La ciudad de Oaxaca está rodeada de montañas. A lo largo de cada avenida colorida hay una serie de picos azules distantes. Siempre han sido tentadoras, especialmente ahora, a casi un año desde que empezó el Covid y los viajes fueron restringidos. La ruta de montaña más atractiva es la que va hacia la costa de Oaxaca. No es muy lejos a vuelo de pájaro, aunque implica alrededor de siete horas de punto a punto manejando. El camino no debe subestimarse, serpentea a través de las montañas y el bosque de pinos, por encima de la línea de nubes.
Uno de los puntos más altos de este recorrido es el pueblo de San José del Pacífico, famoso por sus hermosas vistas, caminatas y por supuesto, sus hongos mágicos.
En mi experiencia, la forma más común de hacer este viaje es tomar uno de los colectivos de Líneas Unidas donde caben hasta quince personas y salen cada media hora desde la calle Bustamente 601. Paran en el centro de San José y Pochutla en su paso hacia la costa. Los conductores conocen bien la ruta y avanzan rápidamente por las montañas. Desafortunadamente, estas camionetas se han ganado la reputación de causar mareo en sus viajes, así que ten cuidado si eliges esta opción.
Después de estar en confinamiento durante meses, tomar un autobús pequeño y lleno, podría no ser muy atractivo. Así que otras opciones son rentar un coche o contratar un chofer privado. Los viajes compartidos que se pueden encontrar a través de foros en línea también se han vuelto más populares. Sin embargo, para mi viaje más reciente a San José del Pacífico, me fui de aventón en la parte trasera de la camioneta grande y roja de un amigo. Aunque no es apto para cardíacos y además pasé un poco de frío, ésta fue quizá mi mejor experiencia en la ruta de montaña.
No hay mucha información en línea sobre hospedajes en San José del Pacífico, pero hay algunos lugares clave que se están convirtiendo en los favoritos entre los viajeros que buscan la paz y el escapismo que ofrece este pueblo. Dos lugares donde personalmente he disfrutado hospedarme son Cabañas La Cumbre y Refugio Terraza de la Tierra.
Terraza de la Tierra es un lugar maravilloso para ir y refrescarse. Fuimos a caminar todos los días mientras estuvimos allí, ya que hay rutas a través de sus huertos escalonados, y encuentras hasta cascadas y claros mágicos. Tienen hermosas habitaciones, grandes y rústicas, y mientras salíamos durante la tarde, encendían la chimenea con leña. Como no hay internet, usamos esas noches iluminadas por el fuego para leer y relajarnos por completo.
Otras actividades incluyen yoga —aunque muchas de estas clases se han suspendido por motivos del Covid— y el temazcal, que ofrecen en el mismo lugar. El temazcal es una actividad popular en Oaxaca que incorpora bienestar y espiritualidad. Se cree que el nombre proviene de la palabra náhuatl “temazcalli” que significa «casa de calor». Puedes realizar esta ceremonia que dura dos horas de forma privada o en grupos pequeños. Un curandero hará cantos y quemará hierbas para desintoxicarte. Puede ser abrumador, pero definitivamente es algo que debes experimentar mientras estás en San José.
Si te alojas en Terraza de la Tierra, verás que tienen deliciosa comida vegana en su menú, y la mayoría de los productos provienen de ahí mismo. Sin embargo, si quieres explorar otras opciones e ir al centro del pueblo, definitivamente te sugeriría la Taberna de Los Duendes. Aquí puedes encontrar el mejor bistec que he probado en Oaxaca. Combinado con un plato de pasta y una botella de vino tinto de la casa, este es el lugar perfecto para ponerse cómodo después de un día de senderismo en las montañas (por Covid necesitas reservar).
Con un poco más de presupuesto, La Cumbre ofrece dormitorios compartidos y pequeñas habitaciones privadas. Está por encima del pueblo, por lo que tiene algunas de las mejores vistas hacia los alrededores: ¡el atardecer es épico! Mientras estuvimos ahí, se sentía un ambiente divertido; además tienen excelente información sobre transporte y guías que pueden mostrarte el área o ayudarte a encontrar otras actividades.
En la recepción también vi uno de los muchos anuncios que ofrecen hongos mágicos. Los hongos mágicos son los que pusieron a San José en el mapa, y así los turistas llegaron en grandes cantidades a principios de la década de 1960. Al llegar al pueblo te dan la bienvenida las tiendas a orilla de carretera que venden todo tipo de recuerdos y parafernalia relacionados con los hongos. Las imágenes de la sanadora espiritual María Sabina están estampadas en playeras, mientras que los carteles te invitan a probar esta especialidad local. María Sabina nació en 1894 y pasó una gran parte de su vida explorando los efectos de los hongos a través de prácticas rituales y espirituales. En 1953, Robert Wasson escribió sobre su vida y su trabajo en la revista Life, inspirando a muchos a visitar Oaxaca y San José. Estudios recientes sobre los hongos y la salud mental demostraron que ayudan con la depresión, lo que ha generado una nueva ola de interés en estos hongos mágicos.
La temporada de hongos es de julio a octubre. Ese es el momento de ir a San José, así tendrás las mayores posibilidades de encontrar hongos de buena calidad. A menudo se sirven en forma de té, que se considera la mejor forma de absorber sus propiedades.
Ten cuidado durante Covid
Muchos de los pueblos alrededor de Oaxaca han sido cerrados debido al Covid. Como San José es un punto en la ruta costera, tenía curiosidad por saber si habría mucho cambio desde la cuarentena. Cuando trataba de planear mi reciente viaje, me comuniqué con Mafer Breton, fundadora de Relato Nativo, quien hace productos aromáticos o “medicina de montaña” en su hermoso rancho en la ladera de la sierra.
“La gente del pueblo ha sido escéptica durante mucho tiempo. Les tomó muchos meses comenzar a creer en el virus. Estamos tan lejos de posibles casos positivos, casi nadie conocía a ningún enfermo. Ahora están empezando a creer”.
Es requisito que todas las empresas tengan gel antibacterial y letreros de uso de cubrebocas. Sin embargo, comparado con la ciudad de Oaxaca, las cosas parecen más tranquilas con el tema del Covid. Para bien o para mal, los turistas aún parecen ser bienvenidos. Según Breton, durante la pandemia, San José ha recibido más visitantes que nunca. “Veo a muchos turistas que no usan cubrebocas; buscan tener un alivio aquí, supongo». Sin embargo, es responsabilidad personal de todos prevenir la propagación del virus. Incluso si existe la sensación general de que las cosas no son tan estrictas en las montañas, cualquiera que visite o pase por allí debe respetar la comunidad local siendo lo más cuidadoso posible y siguiendo todos los lineamientos.
Durante estos difíciles tiempos, es importante sanar la mente, el cuerpo y el alma de la mejor manera posible, y San José del Pacífico ofrece el lugar perfecto para encontrar un poco de naturaleza, lejos de la ciudad.