Benito Juárez es otro expresidente de México cuyo nombre aparece en por lo menos una calle en cada ciudad mexicana. Conocido entre los mexicanos por sus ideas liberales, la trayectoria hasta el poder de este niño pastor empezó en el pueblo de San Pablo Guelatao, ubicado a unos kilómetros de la Ciudad de Oaxaca. Fue en aquel pueblo serrano donde Juárez nació en 1806, en el seno de una familia humilde.
Huérfano desde los tres años, criado primero por sus abuelos y luego por su tíos, Juárez pasó su niñez entre los campos de maíz de las montañas oaxaqueñas. Su lengua natal era zapoteca, pero después aprendió español, estudió leyes en el seminario y se graduó como abogado. Posteriormente fue juez, gobernador electo de Oaxaca y ministro. Un hombre exitoso, sin duda.
En México estos tiempos fueron tumultuosos, así que su impresionante y rápido ascenso a la presidencia tomó un poco más de lo normal; la alcanzó hasta 1858.
Unos años antes, en 1853, fue desterrado tras oponerse a acatar las órdenes del entonces dictador Antonio López de Santa Anna. Durante el exilio vivió en Nueva Orleans, en donde trabajó en una fábrica de cigarros.
Juárez regresó en 1855 años después, cuando Santa Anna fue derrocado. Sin embargo se vio obligado a liderar el Partido Liberal desde diferentes sedes hasta que los liberales recuperaron el poder y la capital de manos de los conservadores.
Finalmente, tres años después Benito Juárez se convirtió en presidente de la república.
México se encontraba en los albores de un periodo conocido como “La Reforma”, el cual desató una guerra civil con el mismo nombre. Esta fue una época en que la ideología liberal encabezada por Juárez se impuso sobre la conservadora, una época en que la reducción del poder del ejército y la iglesia era una prioridad. De igual modo, se implantó un modelo económico más o menos similar al capitalismo de Estados Unidos.
Definitivamente no fue una época para sentarse y disfrutar. De hecho, las cosas se pusieron bastante feas, ya que Juárez también se ganó algunos enemigos extranjeros: los franceses llegaron y, aunque al principio fueron derrotados (en 1862, en el hoy celebrado Cinco de Mayo), terminaron dando una batalla larga.
Juárez continuó en el poder cuando los galos por fin se fueron, en 1867. Fueron años difíciles, ya que el presidente tuvo que lidiar con la muerte de su esposa, enfermedades y un ataque al corazón que finalmente terminó con su vida.
El también llamado Benemérito de las Américas es uno de los presidentes de México más queridos y reconocidos. Se le conmemora el día 21 de marzo, fecha de su nacimiento, y en Washington DC hay una estatua que le rinde tributo. También es tocayo de cierto fascista italiano de apellido Mussolini, cuyos padres eligieron este nombre por admiración más que por casualidad.