Texto: Simone Pazzini, Resplandor Galería
Este jueves 24 de marzo, en Resplandor Galería se inaugura la exposición ‘Cabelleras’ de Colette Urbajtel.
Colette Urbajtel nació en París en 1934. Llegó a México en 1959 en el marco de un intercambio cultural francomexicano para hacer una tesis de doctorado en Economía. Para este viaje, su hermano le regaló su primera cámara, que la acompañó en sus primeras experimentaciones. Vive en México desde 1962. Se casó con el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo, fue su asistente e impresora y ha contribuido a difundir su obra. Entre 1969 y 1981 trabajó como administradora, asistente y fotógrafa en el Fondo Editorial de la Plástica Mexicana fundado por Manuel Álvarez Bravo, Rafael Carrillo, Carlos Pellicer y Leopoldo Méndez. Ha participado en innumerables exposiciones colectivas e individuales en distintos países. Sigue activa en el proceso de catalogación de su obra y con la cámara siempre al alcance de sus manos.
Cabelleras es una serie de catorce fotografías tomadas entre los años setenta y noventa. Se trata de un extracto del trabajo continuo de preservación y estudio de la obra de Colette Urbajtel realizado por el Archivo Manuel Álvarez Bravo.
Desde hace aproximadamente un año he trabajado con Colette en la catalogación de un universo de miles de negativos digitalizados. Nos hemos dedicado a títulos, temas, encabezados, series, palabras clave. Aviones, zaguanes, trenzas, indumentaria son ejemplos de encabezados de estos registros. Mujeres, de espaldas, cabello, cabelleras son los encabezados responsables de que ideáramos esta serie. Estas mujeres, fotografiadas de espaldas, siempre están viendo algo. Y Colette, a sus espaldas, las ve a ellas.
Catalogar la obra de un artista da la oportunidad de participar, directa o indirectamente, en la construcción de su diccionario de gustos, miradas, colecciones, conjuntos. Con cada registro nuevo puede surgir una nueva palabra que describirá lo que se ve o vuelve a ver. Es un trabajo de nombramiento, memoria y también de creación-edición. Para trabajar con estos registros es necesario un orden estricto, seguir las reglas, pero también es un juego de inventar y mediar códigos, donde a veces plantas y cabelleras se describen como si de palabras en un poema se tratara.
Resplandor Galería
Calle Adolfo Gurrión 100 A,
Jardín El Pañuelito, Centro